En silencio.
Esa tarde tocaban la puerta desesperadamente, Alejandro la abrio y vio a la triste Mariana sin preguntarle que le sucedia la dejo pasar y la invito a sentarse en el sillon de su sala.
Alejandro se sento a su lado y Mariana se solto llorando mientras se acostaba en el sillon rescostando su cabeza en las piernas de él.
- Que pasa Mariana?- pregunto el chico mientras acariciaba su rizado cabello
-Acaba de morir mi padre, tuvo un infarto- se limito a decir la chica mientras seguia llorando
Sin querer ella se quedo dormida, Alejandro se levanto la tomo entre sus brazos y la llevo a su cama, la tapo con una cobija y como la cama era tan grande se recosto a su lado admirandola.
Vio detenidamente sus ojos, su pequeña nariz pero se detuvo en sus labios, con su dedo indice los toco, eran tan suaves, QUERIA MORDER SU CUELLO Y ARRANCARLE LOS LABIOS A BESOS.
Pero solo se limito a besar su mano, despues de todo era su mejor amigo y no iba a aprovecharse de ella.
Se quedo en silencio con la duda si realmente era amor o pasion, lo que estaba empezando a sentir por ella.
-Mariana despierta, ya es hora de ir al velorio juntos- Le susurro él chico al oido.